Las cargas electrónicas (electronic loads) son instrumentos de prueba diseñados para simular una carga eléctrica precisa y controlada. Sirven para probar el rendimiento de fuentes de energía, como fuentes de poder DC, convertidores DC-DC, cargadores y baterías.
A diferencia de una simple resistencia, una carga electrónica programable puede "cargar" o "drenar" energía de manera dinámica, permitiendo pruebas exhaustivas y automatizadas.
La principal ventaja de una carga electrónica DC es su capacidad para operar en diferentes modos:
Corriente Constante (CC): Drena una corriente fija (ej. 5A), sin importar el voltaje de entrada. Es el modo más usado para probar la estabilidad de las fuentes de poder.
Resistencia Constante (CR): Simula una resistencia (Ohm) precisa.
Potencia Constante (CP): Drena una potencia (Watts) constante, ideal para simular cargas como motores, que varían su consumo de corriente según el voltaje.
Voltaje Constante (CV): Mantiene un voltaje fijo en sus terminales, usado comúnmente para probar cargadores de baterías.





